Todos conocemos el termino de la obsolescencia programada en el entorno industrial; es la determinación o programación del fin de la vida útil de un producto, de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño, este se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible por diversos procedimientos.
¿Qué es la obsolescencia programada en directivos?
Yo la defino como la desactualización progresiva de un directivo que lleva a que su empresa y el mercado que le rodea no lo consideren competitivo para las necesidades actuales. El entorno ha cambiado más rápidamente de lo que él ha sido capaz de cambiar.
¿Qué debería tener un directivo para no quedarse obsoleto?
Entender el mundo que te rodea, y para ellos es fundamental identificar cuales son los canales de información independiente, que te cuenten que está pasando en el mundo realmente. Los medios de comunicación, muchos están condicionados por los contratos que tienen con las grandes empresas y por lo tanto mucha información que leemos, suele ser en el fondo una “newsletter” de la empresa.
Otro grave error que cometen muchos directivos, es que no son capaces de entender que el modelo de negocio actual implica destruir el que ellos habían creado y se niegan a aceptarlo. Por lo tanto necesitamos directivos flexibles que sepan entender esto.
CEO de Magtalent. Director del Programa de Dirección Estratégica de Proyectos de IE Business School. Consejero, Escritor. Conferenciante.
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