Los impactos de una transición ¿invisible?
Hace un par de entregas os hablaba de proyectificación, esto es, el creciente uso de proyectos a todos los niveles. Y la vinculaba con la resiliencia. Pues vamos a indagar un poco más y tratar de desgranar los impactos de este sigiloso pero continuado cambio en la forma de operar en las organizaciones.
Un pequeño recordatorio
Como siempre, aquí nos referimos a resiliencia organizacional. A riesgo de resultar pesado, os recuerdo su significado: capacidad de una organización para absorber y adaptarse en un entorno cambiante para poder cumplir sus objetivos y sobrevivir y prosperar.
La proyectificación, por su parte, se refiere a la tendencia a realizar el trabajo en forma de proyectos. Esto afecta a diferentes dimensiones desde la individual hasta la social. Como en el caso de la resiliencia, nosotros nos centraremos en la dimensión organizacional.
La Economía de Proyectos, ¿por qué?
Ya hemos hecho, en entregas anteriores, referencia a estudios apuntan a que el trabajo por proyectos supone cifras cercanas a la mitad del PIB en algunos países, como China. Y que afecta, en menor o mayor medida, a todos los sectores económicos. También que su peso ha crecido de forma notable en los últimos años.
Parece razonable que en un contexto de rápidos avances tecnológicos, tendencias del mercado cambiantes y continua adaptación a los gustos de los clientes, las organizaciones estén adoptando los proyectos como vehículo para abordar sus retos de forma más ágil. En contextos más estables, el foco en operaciones aporta eficiencia. En contextos más dinámicos, la eficiencia pierde protagonismo frente a la necesidad de cambio y adaptación. Y solo los proyectos permiten a las organizaciones evolucionar, transformarse, adaptarse. A modo de ejemplo, ¿cómo se abordan retos como el cambio climático o la transformación digital? Mediante iniciativas que, en último término, se corresponden con proyectos.
Por estos motivos, el modelo de trabajo tradicional, mediante operaciones, lineal, está perdiendo protagonismo a medida que las organizaciones pivotan hacia un funcionamiento más flexible gracias a los proyectos.
¿Cómo afecta todo esto?
Lógicamente, hacer las cosas de forma diferente tiene implicaciones en la organización tanto a nivel de diseño (tradicionalmente jerárquica y funcional) como de competencia por los recursos con todo lo que no son proyectos.
De un tiempo a esta parte se escuchan diferentes términos que hacer referencia a organizaciones en las que los proyectos tienen una relevancia más llamativa. Así que tenemos distintas expresiones (en ingles, para variar): project-based organizations, project-supported organizations, project-driven organizations…
Para simplificar, me resulta práctico diferenciar entre dos grupos de organizaciones, en función del rol que juegan los proyectos en su negocio…
Dedicado a la Planificación e Implementación estratégica desde hace mas de 15 años. Secretario general del CIP Institute, relativo a la Gestión de Crisis y miembro fundador de la APGP (Asociación de Profesionales de la Gestión de Proyectos). Vinculado a Comités de ISO y UNE en Materia de Gestión de Proyectos y Gobernanza de las Organizaciones. MBA, PMP, PM2 Advanced Certificate, Auditor Jefe ISO 22301 Continuidad de Negocio.