
Basándome en mi experiencia como profesor y director en IE Business School durante 20 años, así como en mi labor como headhunter, he identificado un error común en la gestión de carrera: confundir encajar con valer. Este concepto es clave para orientar correctamente el desarrollo profesional y definir qué habilidades se deben adquirir para progresar en la carrera.
Uno de los errores más frecuentes es asumir que un director de programas es simplemente un director que gestiona múltiples proyectos simultáneamente. Esta percepción es equivocada. Liderar programas no consiste en gestionar varios proyectos a la vez, sino en adoptar una perspectiva estratégica que garantice la alineación con los objetivos organizacionales.
Por ello, promover a un director de proyectos a director de programas solo por su experiencia acumulada en gestión de proyectos puede ser un error. Un ejemplo similar ocurre en el ámbito comercial: un gran vendedor no necesariamente será un buen director comercial. En muchos casos, ascenderlo puede significar perder un excelente vendedor sin garantizar el éxito en la dirección del equipo de ventas. Lo mismo ocurre en la gestión de programas y proyectos: los roles requieren competencias y enfoques distintos…