La gestión de los departamentos de informática o de las áreas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) es muy compleja. Cuando te descargas una “app” en el móvil todo parece sencillo y fácil, pero en cuanto te enfrentas a las aplicaciones de tu organización todo se vuelve difícil, lento, caro e impredecible.
Los directivos deben entender a sus informáticos, para ello, veamos el caso de la industria de la automoción. Te compras un coche con unas características determinadas (marca, modelo, color, motor, puertas, nivel de acabado, etc.) que te acompañarán durante toda la vida útil del automóvil. La industria de la automoción se basa la estabilidad del producto vehículo: no hay actualizaciones cada año del motor, no hay versiones trimestrales de la caja de cambios, ni los asientos se re-tapizan todas las semanas. Salvo en el caso de los “tuneadores”, una vez comprado un coche no hay cambios en su vida útil, en todo caso, a los 5 años reemplazas las alfombrillas o compras esa tela negra como parasol lateral para resguardar a los niños. Se podría decir que hacerlo a la primera y el concepto de “lentejas[1]” son los dos principios que rigen la simplicidad en la industria el automóvil.
El cambio diario y permanente de los sistemas de información es el primer punto para entender hoy la informática empresarial. El cambio constante es la causa de su complejidad creciente con el tiempo. Complejidad técnica y funcional que se transmite a los profesionales, a la dinámica de trabajo, a la motivación y, en definitiva, a cómo se organiza el departamento de informática.
Como este este cambio continuo no ha sido posible evitarlo, el sector de la tecnología ha decidido asumirlo como inevitable y adaptarse a él. El sector de las TIC ha ido desarrollando un conjunto extenso de marcos de gestión y de estándares para intentar poner orden en un mundo TIC en el que los cimientos cambian o se ajustan todos los días. El mercado ha ido compartiendo sus experiencias sobre cómo gestionar algún aspecto de las TIC mediante la generación compendios de conocimiento basados en mejores prácticas. Pero la creación de conocimiento ha sido tan intensa en los últimos 30 años y la competencia entre creadores tan fuerte, que ahora las organizaciones tienen el problema de saber tratar y asimilar todo este conocimiento creado.
[1] En referencia al dicho popular “son lentejas, si las quieres las comes, sino las dejas” referido a aquellas cosas que se asumen como son o se rechazan, no hay adaptaciones.
Luis Morán Abad es IT Senior Advisor, ITIL® 4 Managing Professional, Scrum Master®, ISO20000 Auditor, DevOps Professional, VeriSM®, además de: Lean, Prince2, PMP y COBIT. Es Ingeniero Industrial e Ingeniero Informático. Ha desarrollado su carrera profesional en el ámbito de las TI; ha sido el autor principal del libro “Gestión del Servicio con ISO/IEC 20000” (2010) Ha sido Directivo de itSMF España desde 2005 a 2018 y actualmente en el Service Management Institute SMI® desempeña la función de secretario del subcomité SC40 de UNE Normalización Española. Líder y editor principal de la iniciativa para la creación de la norma internacional Modelo de Adopción de Conocimiento Acreditado.