¿Crisis, qué crisis?

"¿Crisis, qué crisis?" artículo de Jose Antonio Puentes en la Sección "Tendiendo Puentes" de la edición de diciembre de la revista mensual Stakeholders.news La Revista Líder de la Alta Dirección y los Profesionales de Gobierno, Dirección y Gestión de Porfolios, Programas y Proyectos.

En tiempos de crisis, es frecuente que algunos líderes prefieran minimizar problemas, ocultar información o responsabilizar a otros en lugar de enfrentar la situación de manera abierta. Aunque estas actitudes son ineficaces y potencialmente dañinas, existen varias razones psicológicas, sociales y organizacionales que las explican.

Primero, el miedo a la pérdida de control y reputación es un factor común. Los líderes, especialmente en posiciones de poder, suelen temer que reconocer la magnitud de la crisis afecte su imagen de competencia y autoridad. Como resultado, optan por restarle importancia al problema o desviar la atención para proteger su reputación. Sin embargo, esta actitud genera desconfianza en el equipo, ya que la falta de transparencia es percibida como una debilidad que dificulta la gestión de la crisis

El deseo de evitar consecuencias personales es otra razón clave. Para muchos líderes, admitir el problema podría llevar a sanciones, pérdida de poder o incluso su salida de la organización. Para protegerse, eligen culpar a otros o desviar la responsabilidad, lo cual reflejauna falta de accountability o rendición de cuentas, fundamental en una cultura organizacional saludable. Esta falta de responsabilidad genera un ambiente en el que los empleados perciben que sus líderes no asumen su rol de manera íntegra, lo cual afecta la moral y la cohesión del equipo.

El miedo a la incertidumbre es otro factor relevante. En tiempos de crisis, la incertidumbre es inevitable y muchos líderes carecen de las habilidades necesarias para gestionarla adecuadamente. Algunos prefierenevitar la realidad del problema, postergando las decisiones difíciles y creando una falsa sensación de control. No obstante, esta estrategia a menudo empeora la situación, pues retrasa la implementación de soluciones necesarias y limita la capacidad de la organización para adaptarse a la crisis.

Además, la presión por proteger los intereses de la organización lleva a algunos líderes a ocultar información con la intención de evitar que la confianza de clientes e inversores se vea afectada. Aunque esta intención puede parecer estratégica, la falta de transparencia es un arma de doble filo que suele perjudicar a la organización a largo plazo, erosionando la confianza y dañando la reputación que se intenta proteger.

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