En nuestro último encuentro, hablábamos acerca de “despertar” de la Inteligencia Artificial (IA en adelante), solo como comentario, deciros que estaba redactado mucho antes de toda esta avalancha de noticias, no todas contrastadas, acerca de la verdadera revolución que está provocando la irrupción de esta tecnología en nuestra vida cotidiana. Sí, vida cotidiana, la IA ya forma parte de nuestro día a día y, afortunada o desafortunadamente tendremos que asumir que nuestro entorno, todo nuestro entorno va a verse condicionado por ello.
Desde la redacción de mi anterior reflexión, he tenido ocasión de leer, investigar, ver y, sobre todo interactuar con algunas personas que, sin duda, están mucho mejor informadas que yo y que, en cierta medida, por decirlo de una forma transparente, no me han tranquilizado con sus conclusiones al respecto, aunque también quisiera deciros que tampoco sería miedo la sensación con la que me he quedado. Podría describirse como esa sensación de vértigo cuando uno se enfrenta a algo por primera vez, esos nervios que recorren la piel poniendo los vellos de punta, pero con ese sentir de querer avanzar y ver con emoción qué es lo que nos depara.
Lamento no poderos decir sus nombres, pero os aseguro su relevancia y excelentes fuentes. En un caso el planteamiento era el de promover la firma del manifiesto por el control (supervisión, regulación, retraso…) del desarrollo de la IA, sin embargo este interlocutor, al mismo tiempo, me recomendaba que me diera prisa en aprender a aplicar la IA en mi negocio y en mi vida, puesto que, sin duda, las “malas personas” no iban a atender manifiestos, ni se van a regular, ni van a asumir las teóricas leyes de la robótica de Asimov (que solo “os recuerdo” que se trata de un escritor de ciencia ficción y que, dichas leyes….¡no lo son!) y, por tanto, van a utilizar todas las posibilidades que les proporcione la IA para, digámoslo finamente, favorecer sus intereses antes que el bien común. Resumiendo, las prohibiciones, la regulación, las leyes….estarán bien y favorecerán que no lleguemos a tener que enfrentarnos a “Skynet” (al menos en breve), pero mucho me temo que la espita para que se produzcan todo tipo de eventualidades deseables y “no deseables” ya se ha abierto y es más que muy probable que ya no pueda volver a cerrarse.
Soy Project Manager de mi propia empresa, ¿Qué más puedo pedir? Disfruto mucho cuando nuestros proyectos provocan auténticas transformaciones en los procesos. Riojano de adopción (por el poder del anillo) y apasionado de los viajes y la gastronomía y tras muchos años de experiencia os puedo garantizar que la mejor botella de vino es la que compartes con unos buenos amigos.
Todo lo que un Directivo debe saber...
Ha llegado la hora de formar a la Alta Dirección
Sesiones Directivas en Directo y en Remoto sobre todos aquellos aspectos que debe conocer la Alta Dirección sobre Gobierno y Gestión Organizacional.
