Las cosas claras…y el chocolate espeso

Siempre recordaré a mi profesora de 5º de primaria cuando nos decía aquello de: “las cosas claras y el chocolate espeso” y este dicho, reafirma mi pensamiento de lo sabio y rico que sigue siendo el refranero español, porque no hay refrán que denote mejor la importancia que tiene que exista una comunicación clara entre las personas que este.

Y con este refrán quería empezar hoy este artículo en el que te quiero contar porque es tan importante que las “cosas”, es decir, las comunicaciones, sean claras en los equipos ágiles.

Partamos de la base de que el primer valor que aparece en el manifiesto ágil es aquel que dice: “Individuos e interacciones por encima de procesos y herramientas”. Ya con este mensaje inicial, hemos de empezar a meditar sobre cómo de vital pueden llegar a ser las comunicaciones entre los individuos en este tipo de entornos, y es que, en enfoques ágiles, la colaboración, flexibilidad y transparencia son aspectos fundamentales.

Enumeremos algunos ejemplos en los que, a mi entender, la comunicación clara es básica para el éxito de estos equipos:

• Canales de comunicación: lo primero y esencial para que se genere un flujo de comunicación clara y continuo entre los miembros del equipo es que existan, y se hayan definido, canales de comunicación. Establecer las “reglas del juego” sobre cómo vamos a comunicar como equipo, qué se va a comunicar y quién comunica qué cosas es algo que se debe hacer para cualquier equipo que empiece a trabajar junto. En definitiva, si queremos fomentar la comunicación entre el equipo, definamos un plan de comunicación que nos ayude a ello para asegurar que la información sea compartida de manera oportuna y efectiva
• Alineamiento: Si queremos conseguir que todo el equipo “empuje” hacia el mismo sitio, tenga la misma visión y el mismo objetivo debemos de mantener una comunicación clara y fluida dentro de dicho equipo, ya que así conseguiremos alinear a los individuos en pos de la consecución del ansiado objetivo. Si fallamos en comunicar o no somos transparentes con lo que se quiere conseguir puede ocurrir que cada miembro “reme” para un lado diferente y que esto nos lleve a fracasar, no solo en lo que queremos conseguir, si no también como equipo
• Franqueza y honestidad: los miembros de un equipo ágil deben ser capaces de poder compartir información, ideas, miedos y/o preocupaciones. Pero, además, deben sentirse escuchados por los demás miembros del equipo y deben poder recibir retroalimentación constructiva. Si la comunicación no es clara, o es inexistente, más que un equipo ágil, tendremos a un conjunto de personas que trabaja junta, con todos los perjuicios que esto conlleva, como puede ser, la falta de transmisión de conocimiento, el descenso de la motivación por la no pertenencia a un grupo…etc.

Cara a cara: los equipos ágiles que fomentan un tipo de cultura de comunicación abierta y honesta suelen favorecer entornos donde la comunicación cara a cara es la forma de comunicación más usada. Gracias a dicha comunicación, se propicia un clima de retroalimentación continua y cuando surgen conflictos, estos suelen resolverse de manera rápida y efectiva. No hay más que leer el sexto principio del manifiesto ágil que dice: “El método más eficiente y efectivo de comunicar información al equipo y entre sus miembros es la conversación cara a cara”.

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