Si eres como yo de los que piensan que al trabajo se va a trabajar, sin importar las circunstancias, estás muy equivocado. Después de muchos años en el mundo laboral y fluyendo de unas oportunidades a otras que se presentaban de manera escasa, me he visto envuelto recientemente en conversaciones con expertos en el cambio profesional que ponen énfasis en alinear Propósito personal con el de la organización. Vaticinan que cuando encaja tu propósito personal de vida con el propósito de la organización todo va a ir viento en popa, de lo contrario será navegar contracorriente.
Estas reflexiones de los gurús del cambio me dejaron pensativo. Pero cuando intentas aplicarlas a uno mismo nada encaja, es como intentar enhebrar una aguja con un cable grueso de acero, imposible.
Siendo sincero, nunca me he preguntado cual es mi propósito en la vida (que antes se llamaba vocación). He cambiado muchas veces de trabajo y de actividad dentro de un mismo empleo. Siempre he ido eligiendo en base a una mezcla de factores que para mí eran importantes: el principal siempre ha sido que el trabajo me guste, para luego evaluar otros como los ingresos, tiempo de transporte y últimamente añadí que la gente de la empresa sea maja. El propósito y la cultura de la organización, como intangibles, nunca los tuve en el cóctel de parámetros para aceptar o rechazar un empleo. Y, ya dentro de una empresa, ejecutas lo que te toca hacer, con ilusión y todo lo mejor que puedes. La vida laboral ha sido para mí variada en la que lo más importante era siempre tener trabajo, cosa que he conseguido durante estos 40 años, sobreviviendo a reconversiones de empresas, transformaciones, disoluciones y cambios continuos en la misión del trabajo.
Creo que el Propósito es para afortunados, que en un momento puntual de sus vidas tienen un abanico de empresas para elegir.
Pensando sobre el Propósito me pregunto si no seré un “incompetente inconsciente”, es decir, el que ni siquiera se da cuenta de que no sabe algo; que es lo peor que te puede ocurrir.
Vamos a resumir las lecciones sobre el Propósito personal y organizacional que he aprendido cuando estaba participando en la creación de los primeros estándares mundiales sobre la productividad y gestión del tiempo en la norma UNE 71401 y 71402:
Sentido común y consejos de conocidos es lo que habitualmente nos han ayudado en la orientación de la carrera profesional. Carrera que ahora hay que dirigirla a través del Propósito en la vida de cada persona. Para ayudarte a encontrar tu Propósito la sociedad ha ido inventando técnicas o disciplinas:..