¿Quién es Román Ramirez?
Me encanta que me hagas esa pregunta, ¡porque me encanta hablar de mí! Una respuesta completa sería «una persona que se apasiona por cosas diversas».
He tenido muchos, como he tenido muchos fracasos. Un gran logro personal ha sido el ser capaz de comprender para qué sirve cada pieza en el proceso completo de valor en una empresa. Cuando empiezas a trabajar casi siempre tienes una visión muy vertical de lo que haces, sin comprender bien el encaje horizontal (en la vista estratégica). Ese es un logro crítico para mí.
Otro logro extremadamente importante ha sido ser capaces (con mis compañeros de Rooted y otros actores) de generar un clima de armonía y cooperación entre actores que tradicionalmente se habían visto como antagónicos. Lograr que el extremo «hacker» pudiera estar en una misma mesa redonda con el extremo «fuerzas y cuerpos de seguridad del estado», ahora puede parecer algo obvio, pero en su momento había enconamiento y polarización.
Uno de los momentos más satisfactorios que he tenido fue con Wannacry. Al estar frente a una situación desconocida, nuestra recomendación en una IBEX35 fue la cuarentena. El presidente (repito, el presidente) nos autorizó a aislar completamente la empresa doce días de Internet. Si alguna vez quieres un ejemplo de «estar apoyado por la dirección» fue ese. Y sentí de golpe que mi trabajo tenía sentido e importaba. Para mí fue un hito personal.
Háblanos de Rooted, su historia, sus nuevos retos.
Rooted es un proyecto que nació con dos propósitos: primero, lograr un punto de reunión donde se tratara contenido técnico (había ya otros eventos, pero pensábamos que era necesario otro foro donde se pudiera profundizar) y, segundo, incluir a TODOS los actores en una Gran Comunidad de profesionales. El objetivo de Rooted no es el público general y nosotros nos vemos más como un congreso de médicos que como un evento generalista. Y cuando hago hincapié en TODOS, es importante comprender que durante muchos años la percepción de lo que debía ser una «Comunidad» estaba muy sesgada por hechos ideológicos que excluían a miembros valiosos de nuestro entorno profesional. El mensaje de neutralidad era esencial en ese momento: tú no eliges a tus vecinos y debes convivir con ellos y colaborar de manera eficaz para que tu Comunidad se gestione correctamente. Eso resumiría qué es Rooted.
¿Nuevos retos? Tener más músculo: crecer. Creemos que hemos llegado al techo en España (casi 5.000 asistentes) y estamos convencidos de que podemos ir creciendo en otras ubicaciones. Nosotros no somos una empresa al uso: no cumplimos un propósito comercial. Pero igualmente tenemos que gestionar adecuadamente nuestros recursos y el entorno para poder cumplir la misión. Más músculo (más ingresos) es más capacidad de maniobrar. Más tamaño, es más relevancia a la hora de tratar con actores de tú a tú.
Habéis empezado a internacionalizar ¿Cierto?.
Realmente ya hicimos un ensayo intentando ir a Hong Kong. Fue un desastre. Cometimos muchos errores a distintos niveles. No enfocamos bien la estrategia en esa ubicación. Luego hemos ido analizando riesgo-país en distintas regiones y tenemos un mapa de ubicaciones donde vamos a «ensayar».
Ahora con bastante más sensatez y cabeza que cuando nos lanzamos, emocionados, a Hong Kong (y ojo que somos cabezones, creemos que debemos llevar las empresas españolas a China y volveremos).
Y con más frialdad. Si el proyecto no funciona, no dudaremos en matarlo y pasar a la siguiente ubicación. Creemos que hemos encontrado un sistema para ir asumiendo riesgos «controlados».
¿Cómo fueron tus comienzos en la seguridad?
Un poco “desestructurados”. Como a muchos, “Juegos de guerra”, marcó fuertemente mi pasión. Ya me atraían los ordenadores, pero cuando vi la película descubrí algo sobre mi propia personalidad que me llevó inevitablemente a los ordenadores. Trabajé como un burro unos meses y sumado con ayuda por parte de mi madre me compré mi primer modem. Con ese modem fui saltando de sitio en sitio hasta que llegué a Public NME (2:342/1, en FidoNET, para los que lo recuerden). Del NME pasé a conocer gente interesantísima que estaba o había estado en grupos de hackers como Apóstoles o Glaucoma. De ahí pasé a trabajar con Ramón Martínez en encomIX (primer proveedor privado de Internet en España) y luego el mundo entero.