
Nuestras organizaciones llevan mucho tiempo siendo atacadas y erosionadas por una invasión “zombi”, generando una “flojera total”. Procesos que se ejecutan rutinariamente porque en algún momento se crearon. Iniciativas que se lanzan sin interés, sin que aporten un valor real. Mandos intermedios aburridos y reaccionarios. Directores acomodados sin energía, ni pasión. Técnicos parapetados en sus islas de especialidad. Las organizaciones están plagadas de este tipo de comportamientos, que absorben la ilusión y la energía por realizar un buen trabajo, por evolucionar. Lo peor es que, como los zombis, se contagia con suma facilidad.
“Zombi” en español o “zombie” en inglés. La RAE.es define zombi de manera muy graciosa, especialmente la segunda de ellas:
– Persona que se supone muerta y reanimada por arte de brujería con el fin de dominar su voluntad.
– Atontado, que se comporta como un autómata.
Reflexionemos sobre todo lo inútil, por no útil, que se va creando y quedando en una organización hasta ahogarla.
DIRECTORES ZOMBI. Como todo lo que ocurre en una organización, la causa de la flojera organizativa por saturación suele estar en el ámbito de la dirección.
Lo siento, pero es así de duro. Directivos (algunos) están tan absorbidos por la carga de trabajo diaria, que pierden toda la capacidad de catapultar sus equipos hacia la evolución.
ACTITUDES ZOMBI. Muchos profesionales tienen actitudes inmovilistas, anclados en la queja y el descontento. Inconscientemente se enfocan en contagiar y dispersar esta visión y forma de pensar, siempre negativos, siempre desmoralizando a otros.
PROCESOS ZOMBI. Hay procesos o actividades en ellos que en algún momento del pasado se pusieron en marcha y actualmente no aportan valor. Es más, frecuentemente entorpecen el funcionamiento de la organización, con excesivos controles, aprobaciones múltiples o malos tiempos de respuesta. Procesos que es mejor que se eliminen o se reformulen para pasar a una forma más liviana y dinámica.
INICIATIVAS ZOMBI. Parece raro que una iniciativa, que se crea para conseguir un fin y tiene una vida corta, pueda convertirse en poco útil. En ocasiones, la dirección consiente que se pongan en marcha cuando con coraje se deberían parar…