Las secuelas post-COVID deja a los trabajadores de este sector al borde del colapso personal
Intento llamar desde hace días al responsable de la empresa a la que hemos contratado para un proyecto de reforma. Sólo recibo como respuesta el tono monótono del teléfono sin atender.
Imposible contactar con él. Algo raro en un gran profesional, siempre atento, rápido en las comunicaciones a cualquier hora del día y de la semana, y eficiente a la hora de encontrar soluciones a los problemas del tajo. La persona a la que intento contactara es el empresario de una constructora familiar de mediano tamaño, con muchas nóminas, y mayor número preocupaciones.
Cuando descubro el problema, aún sin poder hablar con él, no me sorprende: Baja por estrés laboral. Sin previsión de fecha de alta. Sin perspectivas de mejora a corto plazo.
Aumento de la presión en los proyectos
Los trabajadores del sector AEC (Architecture, Engineering and Construction) en todo el mundo sufren de estrés a medida que aumentan los problemas en sus proyectos y la presión laboral.
El caso de nuestro empresario no es puntual. Muchos profesionales han estado constantemente bajo presión desde el confinamiento por Covid-19 debido a proyectos retrasados por escasez de materiales y mano de obra. Estos problemas derivados de la situación postpandemia generan una presión sobre el sector para mantener al día los proyectos con tiempos de respuesta cortos y sin suficientes herramientas en la práctica.
La presión después de dos años de pandemia está obligando a los profesionales de la construcción a tomarse un descanso o sufrir crisis personales derivadas del estrés.
Muchos profesionales evidenciamos este problema de forma extensiva no sólo en los constructores, sino también entre los diseñadores, técnicos y managers que se ven obligados a tejar temporalmente sus trabajos debido al estrés o, en algunos casos, simplemente abandonan la industria para escapar de la presión que se ha vuelto insoportable.
Es probable que la presión que enfrentan los trabajadores del sector dure un tiempo y afecte tanto a los dueños de negocios como a sus empleados. Los síntomas en las empresas involucradas denotan una serie de riesgos relacionados con la salud mental que sobrepasan con mucho los riesgos por accidente propios de la obra. El riesgo al que nos enfrentamos hoy principalmente es que el estrés y la presión crónicos pasen de cambios de humor y ansiedad a corto plazo a una crisis emocional con consecuencias muchas veces dramáticas. No en vano, la mala salud mental es la principal causa de muerte en la industria de la construcción.
La mayoría de los interesados estaban desesperados por que el mercado volviera a la normalidad anterior a la pandemia. Sin embargo, tras la pandemia (si es que ya podemos utilizar esta expresión), ha habido una mezcla tóxica de presiones en la industria de la construcción que no ha hecho sino empeorar la presión. Distintos informes sobre el impacto de la pandemia en la industria de la construcción evidencian una serie de problemas que generan esta presión, como un aumento de los costos, problemas en la cadena de suministro o dificultad para encontrar empleados.
El reto de captar nuevo talento para la construcción
En el anterior artículo de Stakeholders.news comentábamos las dificultades con las que se enfrenta el sector AEC para captar talento. La construcción está sintiendo la presión de la escasez de mano de obra, que no ve alicientes para enrolarse en un sector considerado sucio y poco tecnificado.
Con muchos profesionales en la industria acercándose a la edad de jubilación y sin suficientes trabajadores nuevos para reemplazarlos, algunas empresas de construcción están enfocando sus esfuerzos en la captación y la retención del talento existente.
La forma de captar nuevo talento entre la generación de millennials debería adaptarse a los medios usados por estos profesionales: reclutamiento en línea, anuncios o mensajes en redes sociales. El medio de comunicación es lo más sencillo de adaptar. Más complejo es adaptar los procesos, la cultura y los incentivos alineados con una generación cuyos valores distan mucho de los tradicionales del sector.
El mercado laboral es altamente competitivo para contratar talento, particularmente para los puestos más cualificados, como los gerentes de proyectos y Project managers.
La segunda estrategia, la de retención es la que más retos presenta para las empresas. ¿Cómo convences a un project manager con síndrome de burnout que vuelva a su puesto de responsabilidad cuando abandone la baja?
Competencia por los mejores subcontratistas
El problema de la competencia que otros sectores están ejerciendo para contratar a nuevo talento también se observa desde hace tiempo para la contratación de proveedores y subcontratistas.
El parón debido a la pandemia originó que muchos subcontratistas tuvieran una carga de trabajo atrasada a la que dar salida. Al mismo tiempo, estos subcontratistas afrontan desafíos similares que podrían evitar que asuman más trabajo, incluidos problemas laborales, bajas por enfermedad, interrupciones en la cadena de suministro y aumento de precios. A medida que bajamos en la cadena de subcontratación, la escala de las empresas disminuye, y aumenta de forma inversa el impacto de estos problemas sobre pymes y autónomos.
Para los subcontratistas, la sobrecarga de trabajo actual no es una situación positiva a largo plazo, como pudiera parecer. Para estas pequeñas empresas y autónomos, poco acostumbrados a la gestión eficaz de su tiempo profesional y personal, también está generando problemas de salud mental y estrés laboral.
La incapacidad de asumir más carga de trabajo está provocando más retrasos en los proyectos. A mayores, los problemas se escalan de abajo hacia arriba, aumentando también los sobrecostes.
Las empresas que mejor están lidiando la situación son aquellas que tienen la capacidad de involucrar a sus proveedores principales como interesados clave del proyecto, llegando a tomar parte en la toma de decisiones.
Una cadena de suministro con eslabones rotos
Otro de los quebraderos de cabeza de todos los construction managers son las continuas interrupciones de la cadena de suministro y la inflación continua en los precios de los materiales. Una mezcla de presiones que muchas empresas, especialmente los operadores más pequeños con recursos limitados no pueden manejar.
Muchos proyectos concedidos se están quedando sin ejecutar por la imposibilidad para afrontar la subida de precios en los materiales. Actualmente, asegurar el coste de la construcción es el mayor riesgo a considerar en la planificación de los proyectos.
Otros proyectos ni si quiera llegan a poder contratarse debido a que los contratistas no se arriesgan a estimar el presupuesto de un proyecto con 12 meses de anticipación.
La situación está lejos de aclararse, al menos a corto plazo. Muchos esperan que los efectos postpandemia en los fabricantes disminuyan y alivien la cadena de suministro, los precios se estabilicen y la industria vuelva a un modo de operación más normal. Pero, lo que se ha convertido en norma son las llamadas de teléfono preguntando por los continuos retrasos. Muchos dejaron de coger el teléfono.
La inflación se sustituye por algo desconocido: estanflación
La estanflación es un concepto económico que no es nuevo, pero desconocido si no te dedicas a las finanzas. Se trata de la aceleración de la inflación al mismo tiempo que aumentan las tasas de desempleo. Los problemas sociales siempre desencadenan crisis psicológicas en la población más vulnerable.
La pregunta es cómo el aumento de las tasas de interés afectará a la marcha de los proyectos en curso; y cuánto tiempo tardaremos en notar el enfriamiento de la economía en la contratación con un sector tan diversificado. Un mercado financiero con tipos de interés al alza afectará en primer grado a los proyectos residenciales de viviendas y apartamentos, especialmente con un amplio sector de la población en paro y sin capacidad de endeudamiento. Pero no está claro el impacto que tendrá sobre proyectos logísticos, industriales, o sobre la hostelería.
Conclusiones
La construcción se enfrenta al momento más difícil debido al impacto del Covid-19.
Los empleados de la industria de la construcción perciben una presión cada vez mayor para cumplir con los plazos, una mayor carga de trabajo y demandas excesivas que no son capaces de gestionar emocionalmente. Los absentismos atribuibles al estrés mental van en aumento y provocan largos periodos de ausencia.
La mayoría de los problemas a los que se enfrentan los profesionales de la construcción continuarán en 2023, y los rumores de una próxima crisis no ayuda a descansar la mente una vez te quitas el casco.
El absentismo provocado por el estrés mental en el sector de la construcción es una preocupación que requiere atención urgente. Comunicarlo y discutirlo con todos los interesados del proyecto es la mejor terapia para prevenirlo.
Carlos Javier Pampliega es Arquitecto especializado en la Gestión de Proyecto y Riesgos, en diferentes sectores, es Certified Associate in Risk Management por la George Washington University. Certificado Project Management Professional (PMP), amplía su ámbito de actuación a otros sectores, incorporando las Metodologías Ágiles de desarrollo de Proyectos como Professional Scrum Master. Es voluntario del Project Management Institute (PMI) y Secretario de la Junta Directiva de su Capítulo en Madrid.