Queridos amigos lectores de Stakeholders.News, como siempre, es un placer poder compartir con todos ustedes; ciertamente, es una fortuna poder acercar a toda nuestra comunidad de profesionales, a través de este espacio. En este inicio de temporada, tengo el enorme placer de poder dedicar esta entrega al país que me vio nacer y que me hace sentir orgulloso, mi querido pulgarcito, comencemos.
El Salvador, una pequeña nación de la Región Centroamericana, la cual goza de una localización estratégica que nos conecta fácilmente con el mundo. 321 kilómetros de costa en el Océano Pacífico con alto potencial para el desarrollo de un Hub de distribución, puertos marítimos, 17 Zonas Francas y al menos cuatro regímenes especiales con atractivos incentivos fiscales a ciertas actividades productivas, entre ellas, la exportación de servicios. El Salvador tiene todo el potencial para convertirse en el país con el mejor clima de negocios de la región centroamericana, incluso, de toda América Latina.
Ciertamente el entorno actual está positivamente condicionado por múltiples oportunidades y la capacidad de capitalizarlas es lo que hace diferente a cada país; consolidar sus finanzas, recuperar la sostenibilidad del endeudamiento, proteger la inversión pública y fortalecer el Estado de derecho fundamentan las bases para lograr crecimientos sostenibles como nación. Actualmente, nuestro gobierno se está enfocando en dinamizar la productividad empresarial; ya sea a través de inversiones en infraestructura, mejores regulaciones y normativas, desarrollo de capital humano, entre otras. La transformación digital forma parte de la agenda Presidencial, no es desconocido que el principal objetivo de la tecnología es hacer nuestra vida más sencilla, y antes que alguien más lo haga por nosotros, ciertamente resulta muy acertado pensar en el futuro del país, como una unidad productiva más eficiente, abordando las necesidades y dolores de cualquier grupo vulnerable y priorizando la protección social a través de la tecnología.