Es difícil destacar un edificio en una ciudad que se construye tan rápido y tanto como Dubái, El estudio de arquitectura Killa Design y la ingeniería Buro Happold, han hecho historia con uno de proyectos de construcción más desafiantes jamás intentados, el Museo del Futuro en Dubái.
El edificio se resume en una gran forma elíptica que representa la humanidad sobre un basamento, metáfora de la Tierra como soporte de todos los pueblos que comparten un espacio común aún vacío. Este vacío representa todo lo que aún no conocemos, en otras palabras, el futuro.
Nominado por PMI en la lista d los proyectos más influyentes de 2021, lo cierto es que pese a su espectacularidad, el proyecto del Museo del Futuro sufrió retrasos en su diseño y construcción, principalmente originados por los retos tecnológicos.
La Dubai Future Fundation patrocinó este proyecto, esponsorizado por Sheikh Mohammed bin Rashid Al Maktoum, Primer Ministro de los Emiratos Árabes Unidos. Es importante citar el hecho de que los proyectos más impactantes de EAU tengan el apoyo personal de las más altas estancias. (Algo a lo que no estamos acostumbrados en otros lares.)
El futuro habría sido una tarea imposible sin la ayuda de la inteligencia artificial.La fachada del Museo del Futuro está hecha de acero inoxidable y consta de 1.024 piezas prefabricadas cubriendo una superficie total de 17.600 metros cuadrados. De modo que, el principal reto para la empresa de ingeniería Buro Happold fue crear un modelo digital que les permitiese diseñar un edificio tan complejo y gestionar los procesos para poder construirlo.
El objetivo fue desarrollar el diseño óptimo de la estructura para minimizar el número de piezas diferentes de tal forma que se pudiese estandarizar su construcción. Al mismo tiempo, el diseño debía encontrar el equilibrio óptimo entre la cantidad de luz natural que ingresa al museo, la ganancia de calor solar, la carga del aire acondicionado y la estética. Como colofón se añadió como requisito que el edificio debería ser calificado como un edificio LEED Platinum.
Para crear esta forma única del museo, se desarrolló un algoritmo personalizado para determinar la disposición óptima. El algoritmo se encargó de diseñar múltiples modelos, eligiendo aquel que solucionaba de una forma óptima la estructura y los paneles de la fachada.
El resultado fue un diseño estructural y de fachada que se optimizó en cuanto a la cantidad de puntos de elementos y curvas, el diámetro de los tubos de acero e incluso el peso total del acero utilizado, lo que se tradujo en ahorros de costos y tiempo para el cliente. También se analizaron las fases de montaje de todos los elementos de la estructura, teniendo en cuenta las tensiones y cargas cambiantes durante el proceso de montaje.
Este tipo de procesos creativos basados en algoritmos son cada vez más comunes y están ayudando a arquitectos e ingenieros a solucionar problemas complejos gracias al diseño generativo: pensar en diseñar no el objeto, sino un proceso para generar objetos. Desarrollamos modelos computacionales y algoritmos para crear un proceso capaz de generar infinitos objetos o resultados. Estos modelos digitales son parte de un proceso más amplio de democratización de la creatividad, haciendo que las herramientas más avanzadas sean accesibles a un público más amplio. La IA puede descifrar los patrones de diseño que los arquitectos han creado intuitiva o intencionalmente a lo largo de los años. Esto no es nuevo. De hecho el lenguaje de patrones con el cual Christopher Alexander identificó y compiló varios patrones de diseño propios de la arquitectura residencial sirvió de ejemplo para los desarrolladores de software.Personalmente, no creo que la IA deje sin trabajo a los desarrolladores de software, al igual que el lenguaje de patrones no originó una Arquitectura sin arquitectos. Sin embargo, sí es evidente que la IA será herramientas poderosas que podrían mejorar el proceso de diseño.
Esta tecnología también ha sido imprescindible para optimizar el diseño interior de las exposiciones del Museo del Futuro.
Se espera que el museo se convierta en un ejemplo de cómo debe funcionar un edificio moderno. Durante su diseño se utilizó un modelo paramétrico del movimiento de personas en todo el edificio para determinar cómo reducir los tiempos de espera y ayudar a fluir con el ancho de los pasillos, la cantidad de ascensores, el diseño de los baños y la disposición de la sala de venta de boletos. Y todos los datos de las fases de diseño y construcción pasarán a informar la operación y el mantenimiento del museo.
Los espacios del interior se centran en mostrar a los visitantes la historia humana del futuro. Este no es un museo con objetos en expuestos en vitrinas. Los visitantes pueden utilizar una amplia gama de tecnologías, incluidas la realidad aumentada y la realidad virtual, para proyectar al visitante hacia el futuro y crear una experiencia de envolvente.
El Museo espera ofrecer una visión optimista del futuro, frente a la perspectiva generalmente sombría que se presenta, basada en robots y algoritmos que nos quitan el trabajo y se adueñan del mundo.
Este edificio transforma cómo entendemos el proceso creativo y los retos que supone, imposibles de resolver sin la tecnología. También plantea muchas incógnitas y posibilidades. El Futuro, como el vacío que queda en el centro del Museo está aún por escribir.
Enlaces: https://museumofthefuture.ae/en
Carlos Javier Pampliega es Arquitecto especializado en la Gestión de Proyecto y Riesgos, en diferentes sectores, es Certified Associate in Risk Management por la George Washington University. Certificado Project Management Professional (PMP), amplía su ámbito de actuación a otros sectores, incorporando las Metodologías Ágiles de desarrollo de Proyectos como Professional Scrum Master. Es voluntario del Project Management Institute (PMI) y Secretario de la Junta Directiva de su Capítulo en Madrid.