Aunque es un tema que ya he tratado en alguna ocasión anteriormente, la experiencia se empeña en demostrarme que, puede ser importante insistir en la pregunta de ¿cómo abordar la automatización de (una parte o toda) mi empresa?, porque a pesar de todo, debo deciros que, en mi día a día, cada vez me encuentro con más casos (y cada vez más complejos) de situaciones complicadas, por no decir críticas, en proyectos de implantación de soluciones tecnológicas en empresas de todo tipo y condición.
Lamentablemente, en muchos casos, las empresas se “COMPROMETEN” (recalco esta palabra porque estos proyectos son un compromiso a largo plazo con la tecnología adquirida y, habitualmente, aunque a veces éste resulta ser un compromiso con más “divorcios”, con el partner que lleva la implantación) con soluciones que no resultan adecuadas para ellas o que, aunque puedan llegar a serlo, no acaban de implantarse adecuadamente por falta de criterio tecnológico que, normalmente, conlleva aparejada una mala dirección técnica (al menos, interna) del proyecto que resulta imprescindible para el éxito del mismo.
Creo que a estas alturas, resulta obvio, pero aún así no está de más recalcarlo, que con el desarrollo de las “nuevas” tecnologías ninguna empresa (la tuya tampoco) puede continuar con los mismos modelos de producción (y mucho menos si el motivo es la profunda reflexión de “porque esto se ha hecho siempre así”), puesto que todos los avances que ponen a nuestra disposición estas tecnologías (ya sean nuevas o no tanto) nos permiten alcanzar (a nosotros, mejor que a nuestra competencia) mayores y mejores cotas de precisión, calidad, eficiencia y productividad, por tanto, aún siendo obvia, corresponde la pregunta de si vas a renunciar a ello.
Si relees los artículos de enero y febrero de mi sección verás que he citado algunas de las tecnologías a vigilar en este año, pero además de las citadas (Inteligencia artificial, Blockchain, IoT, ciberseguridad…) la Realidad Aumentada y/o la Virtual, la Robótica (sea o no colaborativa)…
Soy Project Manager de mi propia empresa, ¿Qué más puedo pedir? Disfruto mucho cuando nuestros proyectos provocan auténticas transformaciones en los procesos. Riojano de adopción (por el poder del anillo) y apasionado de los viajes y la gastronomía y tras muchos años de experiencia os puedo garantizar que la mejor botella de vino es la que compartes con unos buenos amigos.