Imagínate un mundo algo diferente, en el que los simples ladrillos que se usan en la construcción fueran tan inteligentes que fuesen capaces de cambiar sus propiedades, de color e incluso de posición. La arquitectura sería diferente, pues un muro podría tener funciones que cambiasen según la climatología exterior o de los gustos de las personas del interior. Podrían ser muy aislantes para el invierno a la vez que traslúcidos para iluminar el interior, mientras que en verano serían porosos y más opacos. También podrían cambiar de lugar en el interior para configurar las habitaciones según se esté durmiendo, teletrabajando, de comida familiar o de ocio. Una revolución similar ya nos ha llegado, pero en el ámbito de las soluciones informáticas.
La llegada de la nueva disciplina informática, la Inteligencia Artificial, va a obligarnos a cambiarlo todo para mantenernos al día. Trabajamos con base en procesos inspirados en las líneas de fabricación en serie monolíticas, que estaban definidas para generar unos resultados siempre predecibles a partir de unas entradas fijas determinadas. Un mundo predecible es lo que necesitaban las empresas, tener la certeza que se va a generar siempre lo mismo, con un esfuerzo y coste predefinido, y unos plazos determinados.
“Pero, ¿y si el mundo estuviese cambiando y los modelos de organización antiguos llevasen a la ruina a las empresas de hoy? Porque de eso se trata, de encontrar la forma más eficiente de gobernar y gestionar las organizaciones, para hacerlas más flexibles y competitivas.”
El tsunami de la Inteligencia Artificial no solo puede poner en riesgo la existencia de la raza humana, como plantean los reguladores extremos europeos, sino que abre las puertas a una nueva informática, menos rígida, más sencilla de definir y más flexible. La programación vía línea tras línea de código tonto, al igual que esos hipotéticos ladrillos cambiantes, va a reemplazarse por invocaciones a servicios inteligentes que, en función de la historia, de los objetivos, de un contexto ético y sostenible, determinará los resultados más adecuados.