Que las organizaciones están cambiando su enfoque hacia el Cambio Organizacional es un hecho que nos debe de alegrar a todos los que defendemos las Buenas Prácticas, pero no debe ocultar que ello es debido
a los constantes fracasos y las enormes pérdidas económicas que están suponiendo adaptarse a estos tiempos donde el cambio es constante.
Si ánimo de abusar del “ya os lo decía yo” es evidente que las organizaciones se están dando cuenta que los mantras “falla rápido”, “lo importante es la acción” y “tú ves equivocándote” “si hay que pivotar se pivota” han pasado una factura inmensa tanto en términos de costes de recursos, como de costes de oportunidad lo que ha obligado a un reenfoque mas responsable
a la hora de abordar no solo el cambio y la adaptación sino también la innovación.
En este punto es donde emergen de nuevo las estructuras organizativas mas incomprendidas y maltratadas de las que hasta el momento han aparecido en las organizaciones con el fin de aportar Buenas Prácticas, estamos hablando de los Centros de Excelencia CoE.
En relación al Cambio Organizacional y en lo que respecta a Proyectos, Programas y Portfolios, un Centro de Excelencia CoE es una unidad o función dentro de una organización que se encarga de establecer, desarrollar y compartir las mejores prácticas, metodologías y estándares, así como las experiencias, riesgos, lecciones aprendidas, casos de éxito e incluso casos de fracaso, así como la gobernanza asociada a estas áreas.
Seguramente se pensará que realmente estoy hablando de la Oficina de Proyectos PMO, pero no se puede estar más equivocado ya que ambas estructuras organizativas, aunque tienen funciones relacionadas, sus enfoques, alcances y objetivos son tremendamente diferentes.
Una Oficina de Gestión de Proyectos PMO es una estructura operativa cuyo objetivo es supervisar y controlar la gestión de proyectos, programas o porfolios en una organización. Su rol se centra en apoyar la ejecución mediante la estandarización de procesos, metodologías y la mejora de la eficiencia operativa, pero su enfoque es táctico y operativo, asegurando la consistencia en la entrega de resultados, beneficios o nuevas capacidades y alineando los recursos necesarios para que sobre todo las iniciativas se completen con éxito.