Los últimos años han sido desafiantes para el diseño, adquisición y gestión de proyectos con tantos cambios continuos. La única constante para diseñar y contratar hoteles desde el comienzo de la pandemia ha sido el cambio. Las circunstancias nos obligaron a introducir nuevas variables y requisitos.
Sin embargo, algunos de los cambios de diseño prometidos en las primeras etapas de la pandemia ya se están desvaneciendo en los hoteles. Había requisitos que parecían no negociables al comienzo de la pandemia que ahora se han eliminado de los proyectos debido al costo, incluidos los sistemas de purificación de aire de alto costo y la iluminación ultravioleta para matar bacterias.
Otros aspectos más generales como el énfasis de la pandemia en el bienestar y la inclusión en el diseño de espacios al aire libre deberían ser persistentes, tanto en la arquitectura hotelera como en la residencial. Las certificaciones que valoran estos requisitos, como LEED, apuntalan el bienestar y la sostenibilidad como activos incuestionables para los usuarios de los nuevos diseños hoteleros.
En general, aunque la situación sanitaria parezca sobrepasada, podemos observar de forma persistente los mismos problemas que han plagado el desarrollo y el diseño hotelero en los últimos años. Hoteleros, diseñadores y constructores se enfrentan en cada proyecto a los desafíos derivados de la cadena de suministro y la escasez de mano de obra, especializada o no.
Los desafíos de la cadena de suministro y la mano de obra
El sector de la construcción, al igual que la economía general de nuestro entorno sufre una dependencia de los materiales y suministros asiáticos que se puso de manifiesto dramáticamente durante la pandemia.
La construcción se paralizó repentinamente ante la falta de materiales y equipos provenientes del mercado asiático. Meses de espera para cualquier tipo de instalación a la que le faltaban los componentes más esenciales.
Lamentablemente, ya no hay alternativa local. El problema de la producción de microchips conocido por todos gracias a la prensa se extiende a todos los niveles. Si conocías un proveedor nacional que fabricara algún elemento de diseño, (ese material que nos gustaría añadir como elemento diferenciador), sencillamente, ya no existe. En 2010 utilizamos unos herrajes de carpintería diseñados por un renombrado artista que se fabricaban bajo pedido por artesanos portugueses. Recientemente, ampliamos dicho edificio y buscamos los mismos herrajes para mantener el diseño y calidad. Pero esta vez, los herrajes llegaron fabricados desde oriente. El carpintero que realizó este proyecto, acostumbrado a su pequeño taller y encargos a medida para obras singulares ya no es capaz de encontrar ni bisagras para sus muebles.
Revertir la situación buscando proveedores locales, simplemente, es una labor imposible dado que la fabricación de gran parte de los componentes ha desaparecido. Incluso en productos en los que éramos referente antaño, sus antiguas factorías simplemente ya no existen. Atraer más fabricación de Asia a los países de nuestro entorno podría reducir los problemas de la cadena de suministro. Una medida propuesta por todos durante la pandemia, pero que simplemente no se han materializado.
Esta situación requiere, no sólo voluntad política, sino también tiempo y esfuerzo para transformar la actividad económica. La ceguera de quien se siente seguro nos impide ver que las alternativas a la fabricación asiática no pueden competir con sus homólogas en China o Vietnam con una fuerza laboral ilimitada. Probablemente se necesitarían 20 años para igualar la eficiencia, la calidad y la ejecución de las fábricas asiáticas. Aunque dispongamos de factorías equipadas con la tecnología más avanzada, es un hecho de que disponemos de una capacidad de producción limitada respecto de los países asiáticos.
Los constructores continúan navegando por la dificultad de obtener productos de fabricantes asiáticos. Aunque las dificultades derivadas del transporte no sean tan drásticas como durante la pandemia, el problema se ha anclado en unos costes de producción y transporte más altos. Tenemos que reconocer es que los costos de 2019 ya no son aplicables en 2022. Los precios de los contratistas, muebles, accesorios y equipos han aumentado.
Estos retos afectan a los proyectos hoteleros tanto en presupuesto como en los plazos para la apertura del establecimiento.
Por ello, es más importante que nunca contar con equipos que conozcan cómo lidiar con los problemas de la cadena de suministro para poder comparar proveedores y precios. En caso de producirse ajustes en el proyecto, es preferible que podamos hacerlos al comienzo del mismo. Eso significa que los Project managers nos estamos viendo obligados a solicitar otro conjunto de cotizaciones antes de que comience la fase de preconstrucción del proyecto.
Es necesario estudiar distintas opciones técnicas para la solución aplicando value-engineering a los proyectos de construcción y rehabilitación hotelera. La elección obliga a tomar decisiones sobre lo que está en el alcance y lo que no, o iniciar negociaciones para discutir qué tan crítica es una característica. Estos planteamientos se deben tomar en fases tempranas del ciclo de vida del proyecto.
En este caso, las alternativas propuestas deberán ajustarse a los retos de la cadena de suministro como hemos comentado. Pero más importante que el propio precio de la solución, será el aseguramiento de cumplir los plazos para la apertura del hotel. Será la única manera de salvaguardar el plan de negocio del cliente hotelero.
Muchos pequeños contratistas locales que han participado en nuestros proyectos sufrieron durante la pandemia las consecuencias de ver paralizadas las obras mientras se mantenían los costos generales de sus empresas. Estos contratistas son pequeñas empresas unipersonales sin ingresos regulares si se suspendía el trabajo. Y algunos desarrolladores hoteleros tuvieron el gesto de compensar a estas pequeñas empresas compartiendo los costos generales fijos que tuvieron que soportar durante el cierre.
“Cuidad de ese proveedor local que es tan bueno con su trabajo”, exhortaba un desarrollador hotelero. En última instancia ellos sacarán adelante la construcción del hotel a tiempo.
Carlos Javier Pampliega es Arquitecto especializado en la Gestión de Proyecto y Riesgos, en diferentes sectores, es Certified Associate in Risk Management por la George Washington University. Certificado Project Management Professional (PMP), amplía su ámbito de actuación a otros sectores, incorporando las Metodologías Ágiles de desarrollo de Proyectos como Professional Scrum Master. Es voluntario del Project Management Institute (PMI) y Secretario de la Junta Directiva de su Capítulo en Madrid.